La Casa Cuna

Problemática de la orfandad: La Casa Cuna

La orfandad adquiere un peso singular en su discurso y en su obra.

La reiteración de infanticidios por abandono del recién nacido en los lugares menos propicios (volcadero de residuos, baldíos o sitios alejados), lo movilizaron a consagrar los ahorros de su madre, frutos de una vida austera y modesta a una Casa Cuna, la que precisamente llevaría su nombre.

Así lo expresaba:

Muy apreciado señor director:

Con harta frecuencia el diario de su digna dirección, tiene que ocuparse en su importante sección policial, de infanticidios que se descubren.

Hay que pensar además que habrá otros que no se descubren.

Entiendo que ese horroroso mal se evitaría, o aminorará cuando en esta Ciudad, haya una casa cuna.

Y bien, señor director, como base, yo me comprometo a donar para esa obra, la casa en donde vivo o su importe y además veinte mil pesos moneda nacional, sea a un poder público o a una institución benéfica, con dos solas condiciones, que si significan un egoísmo, serían santo egoísmo, que la casa cuna sea de torno libre y que lleve ese santo lugar, el nombre de mi madre. S. S. S. – Alfonso Durán

Diario Santa Fe, 25 de junio de 1932.

La donación del edificio que el padre Durán construyó, se escrituró en nombre de la Sociedad Conferencia de San Vicente de Paúl, en un terreno aportado por aquella. Las condiciones que impone el donante son: el nombre que llevaría la institución: Atanasia Hernando de Durán, en reconocimiento a su madre; que la Casa Cuna adoptará el llamado toma-libre, sin requerirse dato alguno sobre las criaturas.

Al finalizar 1935 se inauguró el hermoso edificio estilo gótico-inglés, en cuyo pórtico se lee el nombre ”Hogar Atanasia Hernando de Durán” y ”La caridad es la Madre de todos”, con una gran fiesta popular a la cual asistieron Obispos de varias diócesis, los ex Gobernadores Enrique Mosca y Ricardo Aldao y el Gobernador Luciano Molinas con su esposa.

Por largos años acompañó el Padre Durán la evolución de esta Casa en calidad de asesor espiritual.

El poema ”Intima” nos dice de cómo Durán siente esta problemática:

Intima

Ser sólo corazón, eso quisiera
mi sed de corazón que es infinita,
y que el amor tan sólo en él ardiera,
y una ráfaga pura lo esparciera
sobre la pobre humanidad marchita.

Esa sed es la sed que me tortura;
yo no sé si soy loco, si soy niño;
lo que sé con verdad es mi locura,
es que a cualquier criatura
la mano doy con fraternal cariño.

Doy mi mano cristiana al de una idea,
y a su enemigo doy también la mano;
¿Esto es contradicción?… quizás lo sea;
pero una voz en mi alma rumorea
que eso es ver en todo hombre un ser humano.

Ser todo corazón, ser todo un canto
que disipase tanta pena horrible,
copa que recogiera todo llanto;
¿Tendré yo algo de loco, algo de santo,
algo de niño ingenuo o de imposible?…

Historia del Edificio:

En la década del ´30 era frecuente el hallazgo de bebés en estado de abandono o muertos. Desde hacía tiempo, el entonces Padre Alfonso Durán, tenía la idea de fundar una ”Casa Cuna”, que llevara el nombre de su madre. Con sus ahorros y gestiones realizadas con la Sociedad Conferencia de Señoras de San Vicente de Paúl (gestor de las Casas Cunas en París), presidida en nuestra ciudad por la señora Julia Lassaga de Busaniche y en el orden nacional la señora Dolores Anchorena de Elortondo, comienza el proceso hacia la concreción del proyecto.

En 1933 se firma el contrato por el cual Alfonso Durán haría construir, por la firma Bautista Baroni e hijos, un edificio destinado a Casa Cuna, que sería administrado por la Sociedad, y se levantaría en un terreno contiguo al Asilo de Mendigos, de 30 m. de frente al norte por 42,42 m. de que la entidad ya conducía. Se ubicaría en la esquina de las calles San Juan y Primera Junta. En ese contrato se establecían las condiciones de funcionamiento del hogar: en principio el nombre, que era inamovible: ”Atanasia Hernando de Durán”, su madre. Que los niños que se depositaran allí lo serían a través del sistema de ”Toma Libre”, por lo que no se requerirían, obligatoriamente, datos ni antecedentes, salvo que fueran suministrados voluntariamente y, finalmente, que sería conducido por la sociedad San Vicente de Paúl.

La obra presupuestada por Bautista Baroni, tenía planos confeccionados por su hijo, el Arq. Francisco Baroni y los técnicos Otorino y Pedro Baroni. Aprobados los planos y cálculos por la Sociedad beneficiaria y por la Municipalidad, se procedió a la colocación de la piedra fundamental el 30 de setiembre de 1933. Los planos habían sido confeccionados con el asesoramiento de conocidos médicos de la época a los efectos de que pudiera satisfacer las necesidades de este tipo de edificio: solario, sala de enfermos, sala de operaciones, amplias salas cunas, kindergarden, salón de costura, jardines, calefacción en toda la casa, etc.

Acerca de la marcha de las obras, menciona el Padre Strina que avanzaban rápidamente a pesar de inconvenientes climáticos. Al promediar 1935 ”surgieron las majestuosas líneas de gótico inglés, con que la casa-cuna, ya espléndidamente revocada, anunciaba su terminación.” ”En la parte superior se leía: Hogar Atanasia Hernando de Durán. Sobre el pórtico de entrada: ”La caridad es madre de todos”, Santa Fe tenía su casa cuna.”

El 23 de junio de 1935 fue el día fijado para la bendición del hogar y el 1º de julio siguiente quedó librado al uso la ventanilla.

El funcionamiento del hogar ha ido cambiando con el tiempo, de acuerdo a la evolución de las modalidades de conducción de este tipo de institución. Actualmente se reciben niños derivados, por distintas causas, por la Justicia de Menores, sin embargo sigue manteniendose gracias a la generosidad de los aportes de la comunidad, ya que no cuenta con subvención del estado.

El edificio se ha conservado, en líneas generales y con el mantenimiento y reformas necesarias para un correcto funcionamiento, de acuerdo al proyecto original. Su fachada, inscripta en el lenguaje de la arquitectura pintoresquista, es un ejemplo casi único en su tipo en la ciudad de Santa Fe.

Fuentes Documentales:

  • Strina, Pbro. Rubén R.: Mons. Alfonso Durán y la Casa Cuna, Editorial Universidad Católica de Santa Fe, Santa Fe, 1991.
  • Memoria y Balance: Año 1935 – Sociedad de San Vicente de Paúl de la República Argentina. Buenos Aires, 1935.
  • Inventario: 200 obras del Patrimonio Arquitectónico de Santa Fe – U.N.L. – F.A.D.U. – Colegio de Arquitectos de Santa Fe – Fundación Centro Comercial. Santa Fe, 1993