Estudios e investigaciones históricas

a) Despachos de ”certificados de inmigracion” a Palestina por medio del correo diplomático de la Nunciatura

Diversas fuentes consignan que Monseñor Roncalli despachó ”certificados de inmigración” a Palestina al Arzobispo Rotta en Budapest. Dicha documentación le fue entregada al Nuncio Roncalli por Haim Barlas, delegado de la Agencia Judía en Estambul.

El Profesor Stanford Shaw en su libro ”Turkey and the Holocaust” consigna que:

”Comenzando en el año 1943, Bader (se refiere a Menahem Bader, secretario del comité de rescate que actuó en Estambul bajo la dirección de Haim Barlas) comenzó a utilizar como correos privados para hacer llegar correspondencia y dinero a personas que podían moverse libremente en los territorios ocupados por los nazis, especialmente comerciantes y diplomáticos turcos y correos enviados por el Representante Papal en Estambul Angelo Roncalli, luego Papa Juan XXIII” (Pág. 274) .

”La oficina de Estambul de la Agencia Judía, mucho más que la oficina de Ginebra, mandaba a menudo documentos requeridos por judíos europeos para viajar o para lograr ser exceptuados de persecución o deportación – ya sean pasaportes o certificados de nacionalidad expedidos por países neutrales, particularmente de países de América del Sur y Centro América. A veces esa documentación era obtenida a cambio de sustanciales pagos a funcionarios consulares corruptos, otras veces era obtenida en forma gratuita de diplomáticos idealistas que entendían cuán grande era el sufrimiento judío. Muchos tuvieron su orígen en sacerdotes católicos estimulados a ayudar por los llamados de Monseñor Roncalli en Estambul” (Pág. 276)

”Muchas de estas actividades (se refiere a las actividades de salvamento de refugiados judíos perseguidos por el nazismo a cargo del comité de salvamento de la Agencia Judía en Estambul) fueron materialmente asistidos por Monseñor Angelo Roncalli, futuro Papa Juan XXIII, quien luego de actuar como delegado Papal en Bulgaria de 1925 a 1934 sirvió como Delegado Apostólico en Grecia y Turquía desde el 5 de enero de 1935 hasta mediados de 1944” (Pág. 277).

Christian Feldman, autor del libro”Pope John XXIII” destaca que

”Roncalli trabajó con organizaciones judías de ayuda a los refugiados, con Haim Barlas de la Agencia Judía para Palestina y luego con el Gran Rabino de Jerusalem Isaac Herzog. El transmitió sus requerimientos al Vaticano – incluído el deseo de declarar en voz alta que la ayuda de la Iglesia a judíos amenazados debía ser visto como una dívina labor de merced… El aprovechó hasta lo último sus propios recursos y encontró la forma de salvar de los campos de exterminio judíos eslovacos detenidos en Hungría o Bulgaria firmando sus visas de tránsito hacia Palestina” (Pág. 61).

La colaboración del Nuncio Roncalli con Haim Barlas – delegado de la Agencia Judía para Palestina – es mencionada por John Morley en relación a una petición presentada por el Nuncio Vaticano Roncalli en enero 1943 al Secretario de Estado Vaticano solicitando la intervención vaticana en favor de 5.000 judíos alemanes para quienes la Agencia Judía tiene certificados de inmigración a Palestina (Pág. 123).

b) Salvamento de judíos por medio de certificados de ”bautismo de conveniencia” enviados por el Nuncio Roncalli a sacerdotes en Europa

Según el historiador Peter Hebblethwaite, autor del libro ”John XXIII, Pope of the Council”, 1985, la idea de intentar salvar judíos por medio de certificados de bautismo fue del Nuncio Roncalli, la cual fue aplicada por el arzobispo Rotta.

Ted Szulc, en ”The secret alliance: the extraordinary story of the rescue of the Jews since World War II, Pan, London 1991” pág. 54 afirma que ”a pocos meses de la visita de Hirschman al delegado apostólico miles de judíos fueron bautizados en los refugios antiaéreos de Budapest y salvados así de la muerte”.

Arthur Morse en ”While six million died” hace referencia al envío de miles de certificados de bautismo que ayudaron a salvar la vida de miles de judíos húngaros.

El historiador Giancarlo Zizola, autor de ”L´utopia di Papa Giovanni, Cittadella, Assisi, 1973” pág. 109 estima que los certificados de bautismo salvaron la vida a 24.000 judíos. La información es atribuida a Monseñor Loris F. Capovilla, secretario de Monseñor Roncalli en Venecia y luego en Roma.

El historiador Stanford Shaw alude al tema de los certificados ”temporarios” de bautismo en el contexto de la colaboración del Nuncio Roncalli con Ira Hirschmann, delegado del War Refugee Board en Estambul:

”Hirschmann (delegado del War Refugee Board) trabajó en contacto directo con el Representante papal en Estambul, Monseñor Angelo Roncalli, en la asistencia y la ayuda a los judíos de Hungría, quienes fueron colocados en peligro de muerte por la ocupación alemana del país en 1944. Utilizando agentes de ”Alyah” así como representantes papales y correos diplomáticos, Roncalli – quién se basó notablemente en las redes de comunicación y dependencias de las Hermanas de Sión, que poseían conventos en Tarabya a orillas del Bósforo y en Budapest – para enviar miles de visados turcos y certificados de inmigración palestinos, e incluso certificados ”temporarios” de bautismo – algunos auténticos y otros falsificados – a judíos húngaros a fín de permitirles unirse a aquellos que escapaban a través de Turquía hacia Palestina con la ayuda de los agentes de Alyah” (Pág. 297). Principalmente, a resultas del liderazgo de Roncalli, gran número de ”conversiones de conveniencia” fueron autorizadas por sacerdotes y religiosas en Hungría a efectos de permitir a judíos escapar de la deportación y la muerte (Pág. 298) (Esta cita encuentra sustento en la obra citada del profesor Hoffman Pág. 90-92).

Este tema es recordado en forma extensa por el propio Ira Hirschmann en sus memorias. El delegado americano del War Refugee Board en Estambul relata en su libro ”Caution to the winds” una conversación mantenida con el Nuncio Roncalli acerca del salvamento de judíos húngaros por medio del otorgamiento de ”certificados de bautismo” a los refugiados. En palabras de Hirschmann:

”Roncalli escuchó atentamente mientrás yo describía la lucha desesperada de los judíos de Hungría. Cité las magras estadísticas a mi disposición y los numerosos testimonios de operativos encubiertos. En cada oportunidad en que yo señalaba un punto saliente el asentía con empatía. En determinado momento el acercó su silla y preguntó en voz baja ”Tiene Ud. gente en Hungría que esté dispuesta a cooperar?” Luego de mi respuesta afirmativa, dudó unos minutos antes de preguntar : ”Ud. cree que los judíos estarían dispuestos a someterse voluntariamente a ceremonias de bautismo?” La pregunta me tomó desprevenido y le respondí que según mi impresión si eso podría llegar a salvar sus vidas ellos estarían dispuestos a hacerlo. El agregó ”Ya sé lo que voy a hacer”. El agregó que tenía razones para creer que algunos certificados de bautismo ya habrían sido otorgados por religiosas a judíos húngaros. Los Nazís habían reconocido esos documentos como credenciales y permitieron a sus detentadores abandonar el país. Acordamos que nosotros tomaríamos contacto con sus representantes en Hungría y que yo me comunicaría con nuestras conexiones encubiertas para organizar el bautismo en gran escala de judíos, o por lo menos que certificados fueran emitidos a mujeres y niños. De ellos dependería luego decidir si deseaban permanecer en la Iglesia o ”ir por su camino”. El acuerdo fue alcanzado en pocos minutos. Era claro para mí que Roncalli había considerado este plan antes de mi arribo y que había creado una atmósfera en la cual pudiera probar mis credenciales, mi discreción y mi habilidad para poner en práctica el operativo. Yo no tuve duda que las ruedas de la operación Bautismo serían pronto puestas en movimiento en Hungría bajo los auspicios de la Iglesiá Católica”. (Pág. 182-183).

En un artículo aparecido en la revista ”Catholic Family” nº 10 otoño 1991, se consigna:

”En Hungría, una cantidad estimada en 80.000 certificados de bautismo fueron emitidos por las autoridades eclesiásticas a los judíos. En otras áreas de Europa Oriental el circuito de escape del Vaticano (organizado vía Bulgaria por el Nuncio Roncalli – luego Papa Juan XXIII -) ha impresionado a los escritores que han estudiado el tema” .

c) Intervención ante el Rey Boris de Bulgaria en favor de judíos búlgaros

El historiador Stanford Shaw afirma en su libro ”Turkey and the Holocaust”: ”Roncalli también intervino en Bulgaria para convencer a su Rey y parlamento de no aceptar las demandas alemanas de deportar a todos sus judíos a Auschwitz” (nota nº 390 al pie de pág. 278) (Esta afirmación del Profesor Shaw encuentra conformidad con referencias similares de los siguientes investigadores: Gilbert, ”Auschwitz pág. 122”; Barry Rubin ”Intrigas de Estambul” pág. 47-48,93-94,213-214; Peter Hoffman ”Roncalli en la Segunda Guerra: iniciativas de paz, el hambre en Grecia y la persecución de los judíos”; ”Jornal de historia eclesiástica XI” (1989) Pág. 74-99; Saul Friedlander, ”Pío XII y el III Reich”; John Morley ”Diplomacia vaticana y los judíos durante el Holocausto 1939-1943”; Peter Hebbletwaite, ”Papa Juan XXIII : pastor del mundo moderno” Pág. 141-143; Vittorio Ugo Righi, ”El Papa Giovanni, a la orilla del Bósforo”; Ira Hirschmann ”Caution to the winds” Pág. 179-185; Roberto Morozzo della Rocca, ”Roncalli, diplomático en Grecia y Turquía 1935-1944”, Pág. 33 – 72.

d) Intervención en favor de refugiados judíos de la Transnistria

El historiador Peter Hebblethwaite, en su artículo ”An exchange of blessings – Pope John XXIII and the Jews”, se refiere a dos entrevistas que mantuvo el Gran Rabino de Palestina Isaac Herzog con el Nuncio Roncalli acerca de la suerte de 55.000 judíos de la Transnitría en Rumanía. Ese territorio – una especie de colonia penal para los judíos – estaba amenazada por el avance soviético y los judíos estaban siendo desplazados hacia el Oeste en dirección a los campos de exterminio. Tres semanas después de la entrevista el Nuncio Roncalli informa al Gran Rabino que la Santa Sede ha actuado en el tema. El plan de rescate fracasó sin embargo, por razones no relacionadas con Roncalli, pero el Nuncio pudo reportar en julio de 1944 que un barco ha llegado con 750 pasajeros, incluyendo huérfanos.

El investigador John Morley, en la obra ”Vatican Diplomacy and the Jews during the Holocaust 1939-1943”, señala que

”el delegado apóstolico en Turquía, arzobispo Angelo Roncalli, también se interesó por los judíos de Rumanía, mandando al secretario de Estado Vaticano una lista de nombres de familias judías de la Transnistría a quien solicita ayudar” (Pág. 43)

En otra referencia a la acción del Nuncio Roncalli en favor de los judíos de Transnistría señala el autor:

”Los primeros meses de 1944 renovaron los temores respecto a los judíos que aún permanecían en Transnistría porque el ejército alemán estaba retirándose ante el avance soviético. El Rabino Isaac Herzog en Jerusalem apeló a Roncalli en Estambul para que éste llevara el tema a la atención del Vaticano. Eso indujo a Roncalli a discutir el tema con Barlas, el representante de la Agencia Judía en Estambul. Barlas indicó que el gobierno turco estaría dispuesto a proveer un barco para 1500 refugiados que podrían entrar en Palestina. El gobierno rumano debería organizar el transporte. Se le solicitó a Roncalli usar su influencia sobre Cassulo (el nuncio vaticano en Rumania) para lograr eso” (Pág. 45).

e) Intervención en favor de refugiados judíos italianos a solicitud del Gran Rabino de Palestina, Isaac Herzog

En el libro ”Istanbul intrigues” escrito por Barry Rubin se consigna que el Rabino Isaac Herzog, Gran Rabino de Palestina , escribió a Barlas en diciembre de 1943 ”Todos los judíos italianos están en extremo peligro de ser enviados a campos de concentración. Por favor, contacte a Su Eminencia, el Nuncio Papal en Turquía y solicite su influencia para salvar a nuestros hermanos” . Roncalli actuó según lo requerido y la deportación de judíos italianos fue interrumpida por un tiempo (Pág. 214).

f) Intervención en favor de refugiados judíos de Rumania, Eslovaquia y Croacia

Otra intervención del Arzobispo Roncalli – esta vez en favor de niños de Eslovaquia – tuvo lugar el 13 de marzo de 1943, fecha en la que el Nuncio cablegrafió al Secretario de Estado Vaticano solicitando la intervención vaticana en favor de 1000 niños judíos para que les sea permitido emigrar a Palestina (Pág. 91-92). Asimismo, el Nuncio Roncalli intervino en favor de judíos de Croacia. John Morley señala que la Agencia Judía informó a Roncalli el 31 de mayo de 1943 que entre el grupo de 400 judíos deportados recientemente de Croacia se contaba el Presidente de la Comunidad Judía Ugo Kon y el Gran Rabino de la Comunidad. Roncalli de inmediato escribió al Nuncio Marcone solicitando su intervención en favor de los judíos deportados. Hacia mediados de junio Roncalli recibió una nota de gratitud de Meir Touval-Weltmann, agente de la Agencia Judía en Estambul por su acción en favor de los deportados de Croacia (Pág. 161).

g) Intervencion en favor de refugiados judíos de Grecia

El historiador Stanford Shaw señala que

”sin ser alentado por el Vaticano, Roncalli concertó con el gobierno turco el envío de comida a judíos y griegos hambrientos en Grecia durante el invierno de 1941-42, escasez causada por el acaparamiento griego, el bloqueo británico y las confiscaciones alemanas. Roncalli también se ocupó de que la Santa Sede ejerza su influencia sobre Alemania para intentar prevenir la deportación de judíos al Este para su exterminio, así como también para autorizar a los judíos de emigrar hacia Palestina, por lo menos aquellos que eran poseedores de certificados de inmigración válidos emitidos por los Británicos o la Agencia Judía por delegación británica” (Pág. 278) (Esta referencia la cita el profesor Shaw basándose en el profesor Peter Hoffman en su libro ”Roncalli, en la Segunda Guerra Mundial: iniciativas de paz, el hambre en Grecia y la persecución de los judíos – journal of Eclesiastical History XI”, (1989- Pág. 77-84).

La Enciclopedia Judaica consigna que el Nuncio Angelo Roncalli ayudó -durante la ocupación alemana de Grecia- a la población local e hizo el mayor esfuerzo para evitar la deportación de los judíos de Grecia.

h) Intervención en favor de refugiados judíos de Francia, Alemania y Hungría

El investigador John Morley en la obra ”Vatican Diplomacy and the Jews during the Holocaust 1939-1943” señala que el Delegado Apóstolico en Turquía, Arzobispo Angelo Roncalli, también intervino en favor de los judíos franceses. Según John F. Morley ” el Arzobispo Roncalli escribió a Valéri desde Estambul el 18 de septiembre (de 1942) solicitando asistencia para un grupo de judíos de Perpignan, quienes están ansiosos por emigrar a Palestina” (Pág. 61). La colaboración del Nuncio Roncalli con Haim Barlas – delegado de la Agencia Judía para Palestina – es mencionada por John Morley en relación a una petición presentada por el Nuncio Vaticano Roncalli en enero de 1943 al Secretario de Estado Vaticano solicitando la intervención vaticana ” en favor de 5.000 judíos alemanes para quienes la Agencia Judía tiene certificados de inmigración a Palestina” (Pág. 123).

El historiador Stefano Trinchesse en ”Roncalli, diplomatico in Grecia e Turchia”, en el libro Pío XII ed. Audren Ricardi, laterza 1984, pág. 261, cita a Monseñor Loris F. Capovilla – quien fuera secretario del Papa Juan XXIII – del siguiente modo: ”Durante la guerra Roncalli intervino frecuentemente ante Von Pappen en favor de refugiados judíos. Al arribar a Estambul ellos (los refugiados) siempre solicitaban una audiencia con el delegado apostólico”.

El historiador y sacerdote Randolph Braham en su obra ”The politics of genocide – the Holocaust in Hungary” (pág. 240), se refiere a una nota enviada el 24 de marzo de 1944 por el nuncio Roncalli al Papa Pío XII – vía el nuncio en Washington – solicitando al Sumo Pontífice que ejerza su influencia para proteger a los judíos húngaros. Asimismo, se hace alusión a sucesivas apelaciones del nuncio Roncalli antes del comienzo de las deportaciones, el 15 de mayo de 1944.

i) Disposición personal del Nuncio Roncalli para ayudar a refugiados judíos llegados a Estambul o en tránsito hacia Palestina

El historiador Hebblethwaite alude a una entrevista que concedió Monseñor Roncalli el 5 de septiembre de 1940 a un grupo de refugiados judíos polacos quienes ”le informaron acerca de lo que ocurría en Polonia ocupada y a los cuales Roncalli ayudó a llegar a Tierra Santa” (en ”An exchange of blessings, Pope John XXIII and the Jews”, Common Ground, 1993).

El embajador americano en Turquía, Ira Hirschmann, consigna en su libro ”Caution to the winds, 1962” que Monseñor Roncalli le escribiera oportunamente: ”Estoy siempre dispuesto a ayudarle en su labor humanitaria en tanto ello esté a mi alcance y dentro de mis facultades y según las circunstancias lo permitan”.

Christian Feldman, autor del libro ”Pope John XXIII” señala:

”En razón de residir en la neutral Turquía, Roncalli podía hacer más que otros por los judíos que estaban siendo deportados de país en país. En septiembre de 1940 un grupo de refugiados del ghetto de Varsovia le trajo las primeras informaciones acerca de los campos de concentración y las masacres llevadas a cabo por los Einsatzgruppen. Más y más hombres y mujeres perseguidos deseaban llegar a Palestina a través de los Balcanes, donde las fuerzas británicas bloqueaban muchas veces su camino” (Pág. 61).