Palabras de Baruj Tenembaum

Me encuentro hoy aquí, en la hermosa ciudad de Zagreb, embargado por la emoción y, al mismo tiempo, con una profunda sensación de humildad, para recibir la Orden de la Danica Croata, una distinción otorgada a grandes personalidades. Me siento íntimamente honrado pero debo decir también que el destinatario final de este reconocimiento es la Fundación Internacional Raoul Wallenberg.

Ayer, en el calendario hebreo fue el día 9 del mes Elul. Apenas veinticuatro horas pasaron desde que Stanislawa Slawinska, una heroína polaca salvadora de judíos perseguidos por el nazismo, fuera reconocida como ”Justa entre las Naciones” por el Museo del Holocausto de Israel, ”Yad Vashem”. Entre los salvados por la señora Slawinskja se encuentra una señora que hoy tiene 94 años. El reconocimiento a Stanislawa llega luego de 63 años.

En el curso del próximo mes de Octubre entregaremos en Budapest una medalla a la señora Karolyna Reszeli, una mujer que salvó a los miembros de una familia judía durante la segunda guerra mundial. Uno de los sobrevivientes vive en Australia. Poca gente sabe algo acerca de este milagro.

Ambas salvadoras son católicas y en los dos casos la Fundación Wallenberg realizó las investigaciones que permitieron conocer la verdad.

Deseamos que la gente sepa que una sola persona puede hacer la diferencia. Debemos educar a nuestros hijos para que recuerden a los Salvadores. Tenemos el deber moral de honrar a quienes ayudaron y vivieron de acuerdo al precepto bíblico ”Ahavta l’reaja camoja” (”Amarás a tu prójimo como a ti mismo”).

Croacia cuenta con 106 salvadores reconocidos por el Museo del Holocausto de Israel (Yad Vashem). De todos ellos 47 son mujeres.

Hemos decidido buscar y encontrar salvadores desconocidos. Queremos mostrarle al mundo el modo en que croatas y miembros de otras nacionalidades salvaron vidas. Para ello hemos establecido una oficina especial liderada por expertos que seguramente descubrirán nuevos casos como los protagonizados por las señoras Slawinska y Reszeli.

Queridos amigos, celebramos las vidas de las religiosas croatas, las hermanas Cecilia y Caritas, ambas de un convento católico en Split. Estas heroicas mujeres consagraron su vida a la humanidad y mostraron que el amor puede trascender las barreras religiosas.

La Fundación Internacional Raoul Wallenberg, con la invelorable colaboración de la embajadora Mira Martinec, ha organizado recientemente y con notable éxito en Buenos Aires una exhibición dedicada a los salvadores de Croacia. Pensamos repetirla en otras ciudades.

Estimado señor Presidente: Al presentarle a nuestra fundación tan alta distinción, la nación croata demuestra que las voces de los salvadores son escuchadas con claridad, a pesar de que han pasado más de sesenta años. En nombre de todos ellos le digo: Muchas gracias.