julio 21, 2020

Recordando a Raoul Wallenberg en su cumpleaños

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Baruch Tenembaum escribe sobre el Justo entre las Naciones

Raoul Wallenberg, el diplomático sueco que salvó a decenas de miles de judíos en Budapest, Hungría, durante el Holocausto.

Toda mi vida adulta la he dedicado al reconocimiento y a la gratitud.

Así, a finales del siglo pasado nació la idea de establecer una ONG con el objetivo de identificar, preservar y difundir el legado de quienes extendieron una mano solidaria a las víctimas del Holocausto y de otras atrocidades como el Genocidio armenio.

La organización que fundé junto a mi difunto amigo, el congresista estadounidense Tom Lantos (único sobreviviente del Holocausto que sirvió en la Camara de Representantes de EE.UU) lleva el nombre de un hombre singular, nacido hace exactamente 108 anos, el 4 de Agosto de 1912. Su nombre es Raoul Wallenberg.

En el verano de 1944, cuando tenía solo 32 años, Wallenberg llegó a Budapest, sin ninguna experiencia diplomática. Allí, en la capital de Hungría, comenzó su papel como jefe de la delegación sueca (un trabajo inventado para él), con el objetivo de rescatar a unos 200.000 judíos húngaros que aún no habían sido enviados a los campos de exterminio por el invasor nazi.

Fue elegido para esta delicada tarea por el «Consejo de Refugiados de Guerra» -WRB sus siglas en inglés- una organización fundada en los Estados Unidos por el Presidente Franklin D. Roosevelt.

La candidatura de Wallenberg contó con la aprobación del ministro de finanzas de los Estados Unidos, Henry Morgenthau, y del gobierno sueco que buscaba aliviarse de las presiones estadounidenses por su rol neutral en la guerra.

Raoul Wallenberg nació en el seno de una familia poderosa, cuyas industrias producían gran parte del producto nacional sueco en esos días (también en la actualidad) y comerciaba tanto con los aliados como con los nazis.

Su padre, también llamado Raoul, había muerto antes del nacimiento del hijo.Raoul fue criado con devoción por su madre y su padrastro y bajo la estrecha supervisión de su abuelo Frederick, un experimentado diplomático.

Raoul pasó varios años en Michigan , EE.UU, donde recibió un título de arquitectura. Luego, bajo la guía de su abuelo, ocupó varios puestos en una empresa comercial sudafricana, un banco en Haifa (antes del establecimiento del Estado de Israel). Más tarde, se convirtió en socio de Koloman Lauer, un judio hungaro que vivía en Suecia y manejaba un próspero negocio de alimentos.

Wallenberg y Lauer se llevaban bien y este último fue el que recomendó a los funcionarios suecos y estadounidenses que eligieran a Raoul para la misión de rescate en Hungría.

La misión de Wallenberg a Budapest fue corta pero crucial. Inmediatamente después de su llegada comenzó a organizar una operación de rescate a gran escala y bien orquestada. Se destacó por su excepcional capacidad organizativa, ingenio y audacia.

Entre otras cosas, estableció más de 30 refugios y hospitales improvisados bajo la bandera sueca y a través de ellos, albergó a decenas de miles de judios.

Diseñó un certificado sueco (Schutzpass) que no tenía validez legal, pero estaba lleno de sellos y colores que causaron una gran impresión en los nazis. Los distribuyo a miles de judios y, en la mayoría de los casos, estos certificados disuadieron a los nazis y sus cómplices locales.

Las evidencias muestran que, en varios casos, Wallenberg apareció en persona en lugares donde los judios estaban concentrados, antes de su traslado a campos de concentración e incluso ejecución inmediata, y se enfrentó a oficiales nazis exigiendo la liberación de la mayor cantidad de personas posibles, alegando que estaban protegidos por su país.

Como se mencionó, su misión fue corta. Duró solo 184 días. A principios de enero de 1945, estaba claro para todos que el Ejército Rojo estaba a punto de completar la expulsión de los nazis de Hungría. Hasta ese momento, Wallenberg y sus ayudantes habían logrado salvar a unos 100.000 judíos.

Wallenberg quería garantizar la seguridad de los sobrevivientes bajo los soviéticos. A tal fin, organizó una reunión importante con el Mariscal Rodion Malinovsky, comandante en jefe del Ejército Rojo, en la ciudad de Debrecen.

El 17 de enero de 1945 , ordenó a su asistente y conductor, Vilmos Langfelder, que lo llevara de Budapest a Debrecen, ubicado a unos 230 Km al este de la capital húngara.

Al llegar al destino, en vez de ser llevados a la oficina del mariscal Malinovsky, fueron arrestados por efectivos de Smersh (la organización de contraespionaje del Ejército Rojo) y llevados a la prisión de Lubianka en Moscú. Allí desaparecieron sin dejar rastros.

Se cree ampliamente que los dos fueron interrogados bajo tortura y en algun momento ejecutados por sus captores.

¿Cuál fue el motivo del arresto de Wallenberg ? Esta es una pregunta que sigue sin respuesta hasta hoy dia, aunque debe entenderse el contexto histórico. Stalin fue un dictador cruel y paranoico que no dudó en eliminar a personas. Es posible que haya visto a Wallenberg como un espía o quizás una moneda de cambio con Occidente y su rica familia.

Espero que llegue el dia en que las autoridades rusas acuerden abrir los archivos del periodo y arrojar luz sobre este trágico asunto.

En el 2006, en respuesta a una carta que enviamos al Presidente Putin Pidiendo información sobre el destino de Wallenberg, recibimos una respuesta del entonces embajador adjunto ruso en Washington , Alexander Darchiev (un experimentado diplomático ), que decía: «La responsabilidad de la muerte del Sr. Wallenberg recae en el liderazgo de la Unión Soviética» en ese momento de Joseph Stalin personalmente.

Ninguna otro factor podría haber decidido la suerte de un diplomático sueco, representante de país neutral y miembro de la «familia Wallenberg que era bien conocida fuera de Suecia y para las autoridades soviéticas.

Hoy , recordando a este héroe, con motivo de su cumpleanos, y a 75 años de su desaparición, todavía espero que se resuelva el misterio que rodea su muerte y que reciba una tumba digna.

Como fundador de la Fundación Raoul Wallenberg, junto a su Presidente, el Sr. Eduardo Eurnekian, me comprometo a continuar los esfuerzos para honrar y difundir sus acciones y luchar por el regreso a su tierra natal

Baruch Tenembaum
Fundador de la Fundación Raoul Wallenberg


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