julio 28, 2016

Syeda Ghulam Fatima. El valor de la solidaridad y el coraje cívico

Conocimos a Syeda Ghulam Fátima en abril de 2016, en Yerevan, Armenia, a donde viajamos para asistir a la entrega del “Premio Aurora” (Aurora Prize for Awakening Humanity). El empresario y filántropo armenio, Ruben Vardanyan, creador del galardón junto a Vartan Gregorian, Noubar Afeyan, nos hizo llegar la invitación a través de la Fundación Raoul Wallenberg, ONG educativa presidida por Eduardo Eurnekian y creada por Baruj Tenembaum.

El “Premio Aurora” se otorga anualmente a personas cuyas acciones tienen un impacto excepcional en la preservación de la vida humana y en la promoción de causas humanitarias que permitan mejorar la vida de personas desprotegidas, sea rescatándolas de condiciones de esclavitud, brindando cuidados médicos en las líneas de combate o acogiendo refugiados, entre otras acciones solidarias.

Esta línea de trabajo es la que también impulsa la Fundación Raoul Wallenberg, ONG educativa que, con el apoyo de la Cátedra libre de Holocausto, Genocidios y Lucha contra la Discriminación, de la Universidad de Buenos Aires, desarrolla su programa “Casas de Vida”, iniciativa que se lleva a cabo en el continente europeo y que tiene como misión identificar, rendir tributo y difundir masivamente las acciones de instituciones o individuos que extendieron una mano solidaria a perseguidos por el nazismo y sus aliados durante el Holocausto. “Después de más de 70 años de finalizada la segunda guerra mundial la propuesta impacta como ejemplo educativo que aspira a agradecer a quienes se pusieron en la primera línea de fuego y arriesgaron todo por ayudar al semejante.”, señala Eduardo Eurnekian, presidente de la ONG.

Syeda Ghulam Fátima es mundialmente reconocida por su actividad social en Pakistán, labor que le permitió ser finalista del prestigioso “Premio Aurora”. Ella es la cara del Bonded Labour Liberation Front (BLLF), organización ante la cual es la secretaria general.

Cuando Syeda era apenas una adolescente, vio algo que ningún niño debería tener que ver: el rostro de la esclavitud. Estaba rodeada de gente cuyas caras macilentas reflejaban el dolor y la pérdida del auto respeto, despojado por la violencia de un régimen de trabajo esclavista. Habían sido privados de su dignidad en los hornos de ladrillos de Pakistán, obligados a trabajar a punta de pistola de sol a sol, sin piedad. Jóvenes, ancianos, niños, hombres, mujeres, todos torturados por ricos propietarios que explotaban, mataban y violaban a voluntad, en un entorno de miseria y sumisión.

En un régimen de super explotación sin ningún control de las autoridades, familias enteras se ve obligadas a pedir a sus empleadores deudas extorsivas que impiden su cancelación y atan el destino de la familia a la voluntad del explotador. Los niños también están obligados a trabajar, sin recibir educación y en condiciones de trabajo inhumanas. A fin de que no escapen del régimen, si una familia desea salir del barrio, siempre debe quedar un miembro, como garantía del regreso de los demás.

«Un día, luego de presenciar incontables injusticias y abusos, decidí comenzar a trabajar para liberar a la mayor cantidad de gente posible. Fue el amor y el afecto de los trabajadores lo que me inspiró, aún sabiendo que mi vida correría peligro. Fueron las sonrisas y las oraciones de estos esclavos agradeciendo luego de ser liberados el estímulo que alimenta mi determinación.», dice Syeda.

Syeda considera a su obra lejos de finalizada. La experiencia de abuso a largo plazo es una herida duradera; que se encarna en el ejemplo de una niña de cuatro años, incapaz de comer, o incluso de llorar, durante varias semanas, luego de haber sido liberada y conducida a un lugar seguro. Syeda, más tarde, supo que la niña había sido sistemáticamente golpeada por el propietario de un horno cada vez que lloraba pidiendo comida.

En el curso de su lucha, Syeda y miembros de su familia fueron víctimas de atentados y golpizas. A la fecha, sin embargo, su incansable labor ha rescatado a unas 80.000 personas, entre las cuales se cuentan alrededor de 21.000 niños.

Con la finalidad de honrar su emérita tarea, la Cátedra libre de Holocausto, Genocidios y Lucha contra la Discriminación, y la Fundación Raoul Wallenberg, proyectan realizar una exposición sobre la labor del BLLF en la ciudad de Buenos Aires.

Dr. Roberto Malkassian
Titular Cátedra libre de Holocausto, Genocidios y Lucha contra la Discriminación U.B.A.

Dra. Luciana Minassian
Auxiliar