Palabras de Annemarie Werner

Señores Embajadores, hermanos y hermanas,

Estoy muy agradecida por la oportunidad de poder estar acá frente a ustedes y expresar mi gratitud en este lugar y en esta ocasión tan especiales.

Me siento muy en familia con ustedes, mirando este mural cuya réplica hemos instalado en mi Iglesia Evangelica en Berlín. Me siento emocionada al apreciar este mini monumento que nos convoca a todos nosotros para dedicarnos a la armonía y la no violencia entre seres humanos.

Este es un modelo que la gente debe estar preparada para encarnar en el espíritu, un modelo que nos transmite la Torah y en nuestra condición de hermanas y hermanos más jóvenes inspirados en el Rabbi de la Galilea, para entregarnos a la reconciliación, la compasión, el respeto por cada ser humano y la paz.

Agradezco al Señor que haya creado gente como el cardenal Quarracino y Baruj Tenembaum, quienes instalaron esta prédica visible y concreta en la Catedral de Buenos Aires y en mi Iglesia en Berlín, donde la crueldad de la Shoá se inició.

Todos conocemos las consecuencias de la Shoá y un vivo ejemplo lo tenemos acá con el robo de la ciudadanía a un ser humano que nos acompaña.

El espíritu que guía a la gente como el Cardenal Quarracino, Baruj Tenembam y Raoul Wallenberg es tan necesario hoy como lo fue en los años 1933 / 45.

En la liturgia judía hay un rezo especial llamado ”Dor va Dor”, de generación en generación, es el bíblico legado que nos indica la transmisión de la conducta de padres a hijos, nietos abuelos. La biblia nos enseña que esa transmisión de generación en generación no es necesariamente biológica de padres a hijos, sino de toda una generación a la otra.

Uno de estos padres fue, sin duda, Antonio Quarracino, cuyo octavo aniversario de fallecimiento recordamos hoy. Para esta ocasión, la tradición judía recomienda el ”Kadish” un rezo en el cual no se menciona la muerte ni los muertos sino la alabanza al creador para que se cumplan las profecías,

Ose shalom bimromav hu yase shalom aleinu.

Creador de la paz en los cielos nos la traiga en bendición acá, a este mundo, para Israel y todos los seres que habitamos este planeta.