Carta del Fundador de la FIRW, Baruj Tenembaum

Jerusalén, 2 de julio de 2003

Monseñor Nicola Girasoli,
Señor Secretario de Comunicaciones, Lic. Guillermo Moreno,
Señor Presidente del Correo Argentino, Dr. Raúl Casa,
Padre Horacio Moreno,
Señor José Isaacson,

Queridos amigos,
Los saludo desde Jerusalén con alegría y tristeza al mismo tiempo.

Alegría por la convocatoria lograda en la Nunciatura y, especialmente, por el motivo que provoca la reunión organizada gracias a la buena voluntad y predisposición de Monseñor Nicola Girasoli.

Tristeza por que no puedo estar físicamente con ustedes ya que debo proseguir el intenso programa de trabajo de nuestra fundación.

Permítanme decirles que cuando hace 40 años anunciamos la creación de la Casa Argentina en Jerusalén, organización dedicada al diálogo interconfesional, muy pocos creyeron que Argentina podía ser la cuna que inspirara el diálogo, tan difícil de estimular por aquel entonces.

Luego, cuando creamos la Fundación Wallenberg junto a mis queridos hermanos, el Padre Horacio Moreno y el Dr. Natalio Wengrower, nos llegaron comentarios incrédulos.

Poco después, anunciamos la instalación de un Mural Conmemorativo de las víctimas del Holocausto dentro de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, recordatorio sin precedentes en el mundo, en la historia de las relaciones judeo-cristianas. Aunque pareza mentira el querido Cardenal Antonio Quarracino recibió críticas que ya no vale la pena recordar. El Mural sigue allí, gracias a la determinación del actual Primado, Cardenal Jorge Bergoglio.

Después, en la línea de recordar a los salvadores diplomáticos como modelos de funcionarios públicos, decidimos elevar la figura de Monseñor Angelo Roncalli y sorprendimos al mundo con un trabajo de investigación elogiado por las máximas autoridades mundiales sobre el Holocausto.

En una casa como esta, pero en Estanbul en 1944, Monseñor Roncalli actuó de acuerdo a la máxima: ”Quien no vive como piensa, termina pensando como vive”.

Mis queridos amigos: les escribo en el mismo día esta convocatoria y les digo que debemos sentirnos orgullosos de que todas las iniciativas mencionadas hayan surgido de nuestra Argentina.

Para finalizar quisiera contarle los que un distinguido historiador, el Rabino Arthur Hertzberg comentó cuando se sumó a nuestro Comité Roncalli.

Dijo simplemente:
”Roncalli es Kadosh, Kadosh, Kadosh” (Santo, Santo, Santo).

En Jerusalén y Buenos Aires levantemos el corazón cual copa y festejemos la vida del santo Roncalli.

Un abrazo para todos y gracias por la atención.

Baruj Tenembaum
Fundador
Fundación Internacional Raoul Wallenberg