Luego de cursar con éxitos sus estudios, obtuvo el doctorado
en Teología Sistemática en la Universidad de Harvard, en 1955. A lo largo de su
vida recibió más de veinte doctorados honorarios en otras tantas universidades
de los Estados Unidos.
Había sido ordenado Ministro de la fe cristiana a
la edad de 19 años en la Iglesia Bautista Ebenezer. Fue pastor de la Iglesia
”Dexter Avenue” en Montgomery, Alabama, desde 1954 hasta 1959. De 1960 hasta su
muerte ofició como co-pastor junto a su padre en la Iglesia Bautista
Ebenezer.
Gracias a la infatigable acción de King los negros de los
Estados Unidos pudieron conquistar los derechos civiles que les eran negados,
así como la dignidad y el respeto como personas y pueblo.
La Fundación
Internacional Raoul Wallenberg recuerda a Martin Luther King citando una de sus
más memorables condenas al odio, enmascarado en este caso bajo la forma de una
oposición a la existencia de un Estado nacional.
En el artículo ”Carta a
un amigo anti-sionista”, publicado en ”Saturday Review”, Nº XLVII, de agosto de
1967, leemos:
”…Tu díces, mi amigo, que no odias a los judíos, que eres
solamente ”anti-sionista”. Y yo te digo: Quien critica al Sionismo, critica a
los judíos; y ésta es la verdad de Dios”.
”El anti-semitismo, el odio a
los judíos, permanece como una mancha en el espíritu de la humanidad. Entonces,
entiende esto: el anti-sionismo es, en esencia, anti-semitismo, el odio al
Pueblo judío, y así siempre será”.
”¿Por qué es así? Tu sabes que el el
Sionismo es ni más menos que el sueño del Pueblo judío de retornar a su Tierra.
Las Escrituras nos dicen que una vez florecieron en la Tierra Santa. De allí
fueron expulsados por el tirano romano, los mismos romanos que mataron a a
nuestro Señor”.
”El Pueblo negro, mi amigo, sabe qué es sufrir el
tormento de la tiranía bajo las reglas impuestas por gobernantes que no
elegimos. Nuestros hermanos de Africa rogaron, imploraron, pidieron, DEMANDARON
que se les reconozca su derecho natural a vivir en paz en su propio país,
soberanamente”.
”El anti-semita se regodea en cada oportunidad en la que
puede liberar su malicia. Los tiempos han convertido en impopular la
manifestación abierta del odio a los judíos. Siendo éste el caso, el anti-semita
busca siempre nuevas formas y foros en donde poder instilar su veneno. Ahora lo
esconde tras una nueva máscara. ¡Ahora no odia a los judíos, sólo es
anti-sionista!”.
El 28 de agosto de 1963 más de 250 mil personas se
reunieron en Washington DC y se dirigieron al Capitolio demandando leyes que
garantizaran derechos civiles iguales para todos, sin distinciones. Martin
Luther King, Jr. caminaba al frente de la ”Marcha sobre Washington”.
Ese
día, en los escalones del monumento a Abraham Lincoln, el Dr. King dió un
discurso al que más tarde se lo conoció como ”Yo tengo un sueño”. La marcha fue
una de las más grandes concentraciones de personas, blancas y negras, que
recuerde la capital de los Estados Unidos… y no hubo ni un sólo hecho de
violencia.
El discurso finalizó con éstas palabras:
”¡Hoy tengo un
sueño! … Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en
cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del
día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos,
protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo
espiritual negro: ”¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente,
¡somos libres al fin!”
Baruj Tenembaum, es fundador de la Fundación
Internacional Raoul Wallenberg.
Fuente: Raoul Wallenberg Foundation