junio 28, 2013

Ceremonia en honor a Samuel Pisar

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El 24 de junio de 2013, el Embajador de la UNESCO para la Enseñanza del Holocausto, Samuel Pisar, recibió la Medalla del Centenario de Raoul Wallenberg por su rol en la transmisión de las lecciones del Holocausto a las jóvenes generaciones y de aquellos que han salvado personas inocentes.

En la ceremonia asistieron entre otras personalidades Irina Bukowa, Directora General de la UNESCO; Michel Rocard, Zvi Tal, así como dos miembros del CRIF: el profesor Bernard Kanovitch y Claude Hampel (Presidente de la Comisión del Recuerdo). En los discursos en honor a Pisar se recordó la gesta del joven diplomático sueco Raoul Wallenberg -muerto en extrañas circunstancias- en el rescate de judíos húngaros durante el Holocausto.


Discurso de bienvenida del Embajador de Suecia, Gunnar Lund

Excelencias, señoras y señores, queridos amigos,

Les doy la bienvenida y les agradezco por asistir a esta importante ceremonia.

Me siento al mismo tiempo orgulloso, honrado y conmovido de recibir a todos ustedes. Cuando se me consultó acerca de la posibilidad de realizar esta ceremonia de entreg de medallas de la Fundación Raoul Wallenberg aquí en la embajada, acepté de inmediato.

El nombre de este querido compatriota por supuesto ha influído, pero ante todo, es un verdadero privilegio para mí recibir hoy al señor embajador Samuel Pisar. También es un privilegio y un placer de recibir a la señora Louise von Dardel, sobrina de Raoul Wallenberg.

En algunos instantes le concederé la palabra al señor Eduardo Eurnekian, presidente de la Fundación, pero antes querría expresar mi admiración por Samuel Pisar. Yo conocía previamente acerca de su infancia y juventud extraordinarias, relatadas en su libro «La “Sangre de la Esperanza” que  he leído y me ha cambiado e impactado para siempre. Luego, aprendí cómo él pasó toda una vida destacable en la cual permaneció activo para hacer comprender a las jóvenes generaciones los horrores que ocurrieron en nuestro contiente en el siglo XX, así como las lecciones extraídas de esa dolorosa experiencia.. Lo ha hecho con una constancia y una determinación impresionantes.

Samuel Pisar persigue una tarea y una misión que debería ser compartida por todos nosotros: aprender y recordar sin cesar a las jóvenes generaciones que los horrores del pasado no pertenecen solo al pasado, y que el riesgo no nunca está tan lejos como para que formen parte de lo cotidiano.

Gracias, querido Samuel Pisar, por ser una fuente de inspiración para todos nosotros.