Janina Klein Dylag: Salvadora Polaca fue distinguida

El martes 29 de abril de 2003 tuvo lugar una ceremonia interconfesional de singulares características. En conmmemoración del 60º aniversario del levantamiento del gueto de Varsovia, la Fundación Internacional Raoul Wallenberg rindió tributo a la señora Janina (Juana) Klein Dylag, en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires.

La distinción, una medalla del héroe de la resistencia polaca y primer testigo del Holocausto, Jan Karski (1914-2000), fue entregada a la señora Dylag por la señora Zosia Klawir, sobreviviente del gueto de Varsovia.

Juana Dylag fue, junto a su esposo, integrante del ejército de su país con el grado de Sargento Mayor. Gracias a sus acciones Felicia Erlich y sus hijas Danuta e Irena salvaron sus vidas de la persecución nazi.

En 1992 recibieron el título honorario de ”Justo entre las Naciones”, distinción que reciben las personas no judías que salvaron judíos durante la Shoá.

La señora Dylag, católica, vive en Argentina desde 1948 y fue ubicada por la Fundación Wallenberg. Por primera vez será distinguida en su país adoptivo desde su llegada hace casi sesenta años.

La Fundación Internacional Raoul Wallenberg es una Organización No Gubernamental cuya misión es desarrollar emprendimientos educativos basados en las acciones heroicas de los Salvadores del Holocausto. En sus sedes de Nueva York, Jerusalén y Buenos Aires promueve la difusión de las conductas de personas cuyo ejemplos y modelos de vida estén fundamentados en los valores de solidaridad, coraje y verdad. Asimismo, permanece alerta a los recurrentes intentos de encubrir crimenes de lesa humanidad.

El acto se desarrolló junto al Mural que recuerda a las víctimas del Holocausto en la Capilla de la Virgen de Luján, inaugurado el 14 de abril de 1997 por el Cardenal Antonio Quarracino y descubierto por el ex Presidente de Polonia y Premio Nobel de la Paz, Lech Walesa junto al fundador de la FIRW, Baruj Tenembaum

En la ocasión hablaron el Rabino Abraham Skorka, del Seminario Rabínico Latinoamericano; el Embajador de Polonia en Argentina, Slawomir Ratawski y el voluntario de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg y experto en temas polacos, Marcos Resnizky.

Participaron alrededor de ciento cincuenta personas; entre ellas, los sobrevivientes del Holocausto Laszlo Ladanyi, Tomás Kertesz, Charles Papiernik y Jack Fuchs; autoridades comunitarias y educativas, representantes diplomáticos, miembros de Organizaciones no Gubernamentales y alumnos del Instituto Fátima de la localidad de Martinez.

Finalizada la ceremonia, la señora Dylag fue recibida por el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, Cardenal Jorge Bergoglio.

Tal como lo anunciara Tenembaum junto al Arzobispo Renato Martino, presidente de la Comisión de Paz y Justicia del Vaticano, y de manera simultánea a la ceremonia que se llevó a cabo en Buenos Aires, la Fundación Wallenberg rindió tributo en la comuna de Siracusa, Italia, a otro salvador católico, Giovanni Palatucci, ex Jefe de Policía de la ciudad de Fiume. Lo hizo junto al Instituto Mediterráneo de Estudios Universitarios de esa ciudad en el marco de la ”Jornada de estudio en honor de Giovanni Palatucci”, en el Palacio de la Provincia Regional y con el patrocinio del Presidente de la República de Italia.

Palatucci fue asesinado en febrero de 1945, a la edad de 36 años, en el campo de concentración de Dachau por salvar las vidas de numerosos judíos y perseguidos políticos, desobedeciendo las directivas de las leyes raciales del estado fascista. Es de destacar que el Cardenal Camillo Ruini, Obispo vicario de la diócesis de Roma, abrió una causa de beatificación del policía salvador.

CARTA DE IRENA EHRLICH URDANG DE TOUR. SALVADA POR LA SEÑORA JUANA DYLAG

29 de abril de 2003 Saybrook Point, Connecticut

Señor Baruj Tenembaum Fundación Internacional Raoul Wallenberg

A todos los presentes en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires:

No puedo imaginarme a otra persona que merezca más recibir la Medalla Conmemorativa Jan Karski que la señora Ianina Klein Dylag, precisamente en el día en que se recuerda el levantamiento del Gueto de Varsovia, el mismo día en que mi padre fue asesinado cuando sólo tenía 39 años.

Ianina y su madre escondieron a mi mamá en su departamento de Varsovia por espacio de dos años, arriesgándose así a los mayores peligros y poniendo en juego no sólo sus vidas sino las de su hermano, hermana Jalina Tundak y otros parientes.

En 1991, después de haber presentado nuestros testimonios, las hermanas Klein fueron oficialmente reconocidas como ”Justos entre las Naciones” y Jalina Tundak recibió un reconocimiento especial del gobierno polaco.

Es para mí un placer inmenso saber que hoy, cuando tanto los salvados como los salvadores son una suerte de especie en extinción, que Ianina será distinguida por su heroísmo y sacrificio; por su solidaridad y coraje; en un lugar de culto altamente simbólico para el cristianismo, la religión de toda la vida de Ianina.

Como señala el Talmud: ”Quien salva una vida, salva a toda la humanidad”. Esta verdad sigue vigente en el siglo XXI. Felicitaciones Ianina! En este día glorioso en tu país adoptivo.

Escribo estas palabras y mi corazón se llena de amor y orgullo por haberte conocido; a ti y a tu madre.

Irena Erlich Urdang de Tour