noviembre 22, 2007

Homenaje en Argentina al padre Alfonso Durán, pionero del diálogo interreligioso

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Promovido por Santa Fe y la Fundación Internacional Raoul Wallenberg

SANTA FE, jueves, 22 noviembre 2007 (ZENIT.org).- El Salón Blanco de la Casa de Gobierno de la provincia de Santa Fe en Argentina fue el escenario en el que este miércoles se llevó a cabo un tributo al padre Alfonso Durán, pionero del diálogo interreligioso en Argentina.

El padre Durán con sus múltiples tareas como sacerdote, escritor, historiador, docente y poeta promovió valientes acciones para eliminar el antisemitismo y los prejuicios raciales.

En el acto tomaron la palabra el gobernador, Jorge Obeid, Ricardo Faerman, representando a la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, ONG educativa que promovió las celebraciones recordatorias del sacerdote católico, Marcelo Vorobiof, presidente de la filial Santa Fe de la DAIA; el presbítero Edgar Stoffel, del arzobispado de Santa Fe y Daniel Altare, miembro del Consejo de Pastores de Santa Fe.

«No dudo de que éste es uno de los hechos más importantes de mi gestión como gobernador», señaló Obeid. «Santa Fe debe este merecido homenaje a uno de sus hijos dilectos, Baruj Tenembaum (fundador de la Fundación Wallenberg) quien me sugirió la idea de promover la obra de Durán como modelo de respeto, convivencia, solidaridad y coraje cívico».

En 2005, Tenembaum, fue distinguido como Ciudadano Ilustre de Santa Fe. Al recibir la distinción pidió públicamente un reconocimiento a la figura y a la obra del padre Durán.

En 2006, un decreto del gobierno santafecino creó una Comisión especial de homenaje a Monseñor Alfonso Durán, presidida por Obeid e integrada, entre otros, por Stoffel, Vorobiof y la licenciada Ana Cecchini de Dallo, subsecretaria de cultura. Este grupo de trabajo contó con la colaboración del licenciado Jorge Lannot, voluntario de la Fundación Wallenberg, quien se encargó de editar en once volúmenes toda la obra literaria y documental del padre Durán luego de investigar en archivos de Santa Fe y Buenos Aires.

En nombre de la organización presidida por Oscar Vicente, Ricardo Faerman entregó a Obeid la pieza artística «Raoul Wallenberg», grabado en bronce realizado por la escultora Estela Garber. La obra es una donación del vicepresidente de la FIRW, doctor Natalio Wengrower.

En el acto, se proyectó un video documental especialmente producido por la Comisión de Homenaje. También, se presentó «Santa Fe y su debido homenaje a un prócer del ecumenismo», publicación coordinada por la licenciada Cecchini de Dallo y que contó con la colaboración, entre otros factores, del diario «El Litoral» y de la hemeroteca del Archivo General de la Provincia.

La oportunidad también fue propicia para que Obeid firmara un decreto que declara monumento histórico provincial al edificio de la Casa Cuna «Atanasia Hernando de Durán», entidad fundada por el sacerdote homenajeado y que lleva el nombre de su madre.

El padre Durán puede ser considerado un adelantado mundial en materia de diálogo interconfesional. Su posición en relación al judaísmo precedió en más de una década al documento papal «Nostra Aetate», declaración que redefinió la relación de la iglesia católica con las demás religiones.

Proclamada por el pontífice Pablo VI, los fundamentos de «Nostra Aetate» fueron emplazados por el Concilio Vaticano II, convocado por el Papa Juan XXIII (Angelo Giuseppe Roncalli, 1881 – 1963) quien en 1944, en su carácter de delegado papal en Estambul (Turquía), se había destacado por salvar del exterminio a decenas de miles de personas, en su mayoría judías, perseguidas por el nazismo.

El padre Alfonso Durán nació en San Juan de Puerto Rico, en las Antillas, el 21 de enero de 1883. Llegó a Santa Fe siendo muy pequeño y cursó sus estudios primarios en la escuela Domingo Faustino Sarmiento y el bachillerato en el Colegio Inmaculada Concepción. Finalizados sus estudios, fue nombrado profesor de Literatura del Seminario y de castellano en la Escuela Industrial de la Nación y en el Colegio Nacional, jubilándose en este último con más de treinta años de profesorado.

Fundó la Asociación del Magisterio Católico, presidió el Patronato de Menores de la Provincia, asesoró a distintas entidades, entre ellas, la Asociación Civil «El Centavo» y fue capellán del Colegio Adoratrices. Su apostolado y filantropía no reconocieron fronteras. Su alto sentido ecuménico, en pos de la igualdad y de la justicia lo llevó a comprometerse en la defensa de la colectividad judía y de todos los perseguidos cuando la sombra oscura del racismo y la discriminación los amenazaba. Falleció el 6 de octubre de 1954.

El padre Durán siempre se opuso de manera inequívoca tanto al antisemitismo como a cualquier otra forma de discriminación. Sus ideas quedaron plasmadas en numerosos artículos de prensa y en toda su obra literaria.