Carta Abierta a la Cumbre del G8

La Carta Abierta a la Cumbre del G8 es un petitorio a los líderes para impulsar al presidente ruso Vladimir Putin a revelar todos los hechos en relación al destino de Raoul Wallenberg. La carta tiene el completo apoyo de la familia de Wallenberg y está firmada por expertos internacionales en el tema, así como historiadores y destacadas personalidades.

El texto completo del documento será remitido por correo electrónico a todos los líderes del G8:
Primer Ministro Stephen Harper (Canadá)
Presidente Jacques Chirac (Francia)
Premier Angela Merkel (Alemania)
Primer Ministro Romano Prodi (Italia)
Primer Ministro Junichiro Koizumi (Japón)
Presidente Vladimir Putin (Rusia)
Primer Ministro Tony Blair (Reino Unido)
Presidente George W. Bush (Estados Unidos de América).
Así como a los siguientes funcionarios de Suecia:
Primer Ministro Göran Persson
Ministro de Relaciones Exteriores y Presidente de la Asamblea General de la ONU, Jan Eliasson
Secretario de Gabinete Hans Dahlgren

ES HORA DE REALIZAR UN MOVIMIENTO AUDAZ – CARTA ABIERTA A LA CUMBRE DEL G8

Cincuenta años han pasado desde el famoso discurso de Nikita Khrushchev en el que condenó los crímenes de Stalin. El acceso total a toda la documentación existente en los archivos rusos podría resolver finalmente la cuestión sobre el destino del diplomático sueco Raoul Wallenberg.

San Petersburgo, la histórica residencia de los zares rusos y la base de operaciones políticas de Vladimir Putin, ha conocido el poder despiadado tanto como el tolerante y progresista. Luego de una renovación meticulosa realizada durante la década pasada, la ciudad está preparada finalmente para presentarse al mundo en la inminente reunión del G8 los días 15-17 de julio próximos, todo un símbolo para la nueva Rusia.

Pero, dos semanas antes de que las ocho naciones industriales más poderosas del mundo se reúnan contra este magnífico telón de fondo, la nueva Rusia sabe que tiene trabajo que hacer. A pesar de la postura desafiante en el discurso del Presidente Putin dirigido al ”Estado de la Nación” el mes pasado, la creciente crítica internacional sobre los datos sin precedentes del país sobre democracia y derechos humanos está empezando a afectar. El Senador por EE.UU John McCain ha llamado a un rotundo boicot de la reunión y el periódico Financial Times informó recientemente que si el Presidente de EE.UU. George W. Bush asistiera a la reunión, podría decidir ”desairar” públicamente a Putin.

Por su parte, Rusia no se encuentra sentada sin hacer nada. El 1 de mayo, el Financial Times informó en un artículo de primera plana, que el Kremlin ha contratado a una de las empresas líderes en el mundo en el ámbito de las relaciones públicas, Ketchum, para pulir su imagen pública.

En vez de esta contratación, le sugerimos al Presidente Putin, una alternativa muy simple que le aseguraría a Rusia la admiración del mundo entero.

Rusia podría finalmente realizar un gesto histórico al hacer público, lo que realmente sabe sobre el destino del diplomático sueco Raoul Wallenberg, que salvó la vida de miles de judíos húngaros durante la segunda guerra mundial. Wallenberg fue arrestado en enero de 1945 por las fuerzas soviéticas –en una violación flagrante de las leyes de inmunidad diplomática y neutralidad- y llevado a Moscú donde simplemente desapareció. Su destino y el de su asistente húngaro, Vilmos Langfelder, permanecen desconocidos al día de hoy.

El gobierno ruso sostiene que Raoul Wallenberg murió en cautiverio en el año 1947 pero nunca presentó evidencias concluyentes de esta aseveración. El Presidente Putin ha expresado su respeto por los logros de Wallenberg al mismo tiempo que sostenía que toda prueba directa concerniente al destino de Wallenberg ha sido destruida hace mucho tiempo. Todos los expertos en el caso Wallenberg han rechazado firmemente esta postura debido a las evidencias contundentes de que Rusia ha ocultado documentación crítica.

La simple decisión del Presidente Putin de revelar las verdaderas circunstancias que rodearon la desaparición de Raoul Wallenberg, sería un acto de valentía y enviaría una fuerte señal de una mayor apertura, responsabilidad pública y respeto hacia las leyes internacionales, incluidos los derechos individuales y los de la minoría. Después de sesenta y un años, no se pueden seguir sosteniendo secretos de estado que impidan que la familia de Wallenberg y el mundo conozcan lo que realmente le sucedió a un hombre heroico y compasivo que a su vez es ciudadano honorario de Estados Unidos, Canadá, Israel y Australia.

También Suecia, podría utilizar esta oportunidad para realizar un movimiento audaz. Como representante de la Unión Europea, Suecia debería invitar a Rusia a la hermana de Raoul Wallenberg, la Sra. Nina Lagergren y a su hermano, Dr Guy von Dardel, en calidad de invitados especiales del Primer Ministro Sueco y de la Embajada de Suecia durante la reunión del G8. Más que una provocación, esta invitación subrayaría la importancia de la insistencia que Suecia le otorga a la resolución del caso.

La presencia de los parientes cercanos de Raoul Wallenberg en San Petersburgo les daría la oportunidad de llevar a cabo reuniones con funcionarios rusos y de buscar el apoyo de la comunidad internacional. Rusia podría finalmente responder las diecisiete preguntas aún pendientes de respuestas que fueron realizadas por el Grupo de Trabajo Sueco al final de su informe oficial del año 2001, y sobre las que Suecia ha aclarado que Rusia necesita responder en forma completa, antes de arribar a conclusiones comprometedoras sobre el destino de Raoul Wallenberg. [Se pueden encontrar todas las preguntas en http://www.raoul-wallenberg.asso.fr]

Luego, Rusia puede presentar la importante documentación que se sabe que existe en los archivos rusos, relacionada con el caso Raoul Wallenberg, y que la familia ha requerido en reiteradas oportunidades. Hasta el momento, Rusia ha negado el acceso a lo que ampliamente denomina ”material operativo”, pero simplemente tiene que permitir una revisión completa por parte de los historiadores calificados y expertos en el caso Wallenberg, si realmente desea realizar una investigación fehaciente.

Existen tres razones imperiosas para el requerimiento de esa revisión:

1. El hallazgo de pertenencias personales de Raoul Wallenberg en los archivos rusos hace diecisiete años, ha suscitado preguntas fundamentales. El material encontrado es la indicación más contundente a la fecha que el/los archivo/s personales y de investigación de Wallenberg existe/n aún hoy en día. Más importante aún, bien podrían ser una prueba de que ha vivido más tiempo. Si Raoul Wallenberg murió en 1947, tanto sus posesiones como sus objetos de valor debieron haber sido confiscados por el estado soviético dentro de los seis meses posteriores a su muerte. Pero se encontraban disponibles en el año 1989 y como un gesto de generosidad, las autoridades soviéticas los devolvieron a su familia

2. Son de importancia fundamental los numerosos dichos de testigos, incluido el de una ex empleada de la prisión de Vladimir, lugar en el que han informado que Wallenberg había sido encarcelado en numerosas oportunidades después de 1947. A partir de una serie de fotografías diferentes, en reiteradas oportunidades ella identificó certeramente una foto de Raoul Wallenberg que no había sido publicada anteriormente por la prensa internacional. Con esta foto se asociaba su cautiverio en condiciones de incomunicado con la muerte de un prisionero ucraniano que se hallaba en una celda cercana. El proceso de verificación de este y otros testimonios fue interrumpido en el año 2001 antes de que pudiera completarse.

3. Existe también importante información nueva, esbozada por el Director Adjunto de la Sociedad ”Memorial” de Rusia, Nikita Petrov, en su libro más reciente ”The First Chairman of the KGB Ivan Serov” (El Primer Presidente de la KGB: Ivan Serov), (Moscú/Materik, 2005). Allí Petrov demuestra que después de muchos años de desmentidas permanentes por parte del gobierno ruso, aún hoy subsiste, en los grandes archivos rusos, información válida relativa al compañero de celda en la prisión Lefortovo durante 1946/47, Willi Rödel, un diplomático alemán. De la misma forma hay importantes archivos de investigación de otros prisioneros vinculados con el caso Wallenberg. A pesar de reiterados pedidos, estos archivos nunca estuvieron disponibles para el Grupo de Trabajo Ruso-Sueco durante sus diez años de investigación (1991-2001).

Hoy se sabe claramente que Rödel fue asesinado en octubre de 1947, que su caso fue debatido en los más altos niveles del gobierno soviético y que los rusos supieron los detalles de su destino durante décadas. Sin embargo, los escasos documentos que fueron publicados, establecían que Rödel murió por causas naturales.

Si los funcionarios rusos eligieron en el año 1990 distraer a los investigadores, ¿cómo es posible que nosotros creamos que han dicho todo lo que saben y tienen en los archivos sobre Raoul Wallenberg?

Los resultados de las investigaciones de Petrov y otros descubrimientos realizados previamente, refuerzan una pregunta que es central: la escasa documentación que alega que la muerte de Wallenberg ocurrió en julio de 1947, ¿se debe realmente a que se destruyeron o tiraron papeles y al deseo de proteger a los líderes soviéticos que no solamente conocían sobre el tema sino que además habían ordenado el arresto de Wallenberg? O dado que se ha preservado documentación relacionado con la muerte del compañero de celda de Wallenberg y otros diplomáticos extranjeros, ¿es que no tenemos un certificado de defunción formal o un informe de la autopsia de Raoul Wallenberg debido a que no murió en esa fecha?

Suecia y otros países involucrados, en especial Estados Unidos, no han desafiado de manera suficientemente efectiva a Rusia sobre estos asuntos y no hay señal alguna de que se encuentren reclamando de manera convincente el acceso al material oculto. Suecia aduce que el caso Raoul Wallenberg es un asunto oficial muy importante en la agenda actual de Suecia y Rusia, Sin embargo, Rusia podría claramente hacer mucho más de lo que ha hecho hasta el momento para resolver el misterio Wallenberg. La parálisis actual en este asunto es inaceptable.

Es tiempo ya de que Rusia ponga las cartas sobre la mesa: ¿Raoul Wallenberg murió en julio de 1947? Si fue así, ¿cómo murió? O ¿vivió más tiempo? Y si fue así, ¿qué le sucedió?

El Presidente Putin, está en todo su derecho de señalar con orgullo el 70 por ciento de aprobación y otros logros obtenidos por su gobierno, como la abrupta caída de los índices generales de pobreza. En sus propias palabras, la democracia requiere tiempo. El Sr. Putin tiene por cierto el derecho de remarcar las evidentes contradicciones y la descarada hipocresía de otros líderes internacionales cuando llega el momento de decir la verdad y mostrar respeto por las leyes. Pero, todo esto no cambia el hecho de que ninguna democracia puede crecer sin información verídica, responsabilidad y respeto por las leyes.

El Presidente Putin podría hacer que el mundo supiera cuál es su posición, presentando finalmente la verdad sobre Raoul Wallenberg, quien se ha convertido en un símbolo de acción humanitaria. Los expertos en Relaciones Públicas de la empresa Ketchum, tendrán una ardua tarea al tratar de que las contradicciones no se muestren como tales.

Argentina
Prof. Elena Cohen Imach [Psicóloga y poetisa]
Ricardo A. Faerman [Presidente, Confederación General Económica]
Dr. Benjamín Horacio Koltan [Psicólogo]
The International Raoul Wallenberg Foundation
Ricardo Monner Sans – [Abogado de Derechos Humanos]

Australia
Frank Vajda [Raoul Wallenberg Committee]

Canadá
Marcel Collet [Director]
Prof. Irwin Cotler [Ex Ministro de Justicia de Canadá]
Jacques Coutour [Productor]
David Matas [Abogado de Derechos Humanos]
The Raoul Wallenberg International Movement for Humanity

Estonia
Mart Laar [Ex Primer Ministro de Estonia]

Finlandia
Pentti Peltoniemi [Periodista]

Francia
Louise von Dardel [Sobrina de Raoul Wallenberg]
Marie Dupuy [Sobrina de Raoul Wallenberg]

Alemania
Susanne Berger [Experta independiente del Grupo de Trabajo Ruso- Sueco]
Christoph Gann [Autor]
Wolfgang Kaleck [Abogado de Derechos Humanos]
Dr. Andras Kain [Presidente, Raoul Wallenberg Loge]
Eleonore Kius [Experta en el caso Wallenberg y activista de Derechos Humanos]
Petra Isabel Schlagenhauf [Abogada de Derechos Humanos]
Pastor Annemarie Werner [Vaterunser Kirche, Berlin]

Gran Bretaña
John Le Carré
Gitta Sereny

Holanda
Dr. Gerard Aalders [historiador]

Israel
Casa Argentina en la Tierra Santa
Max Grunberg [Raoul Wallenberg Honorary Citizen Comittee]
Larry Pfeffer [Jerusalem Wallenberg Committee]
Malkiel Tenembaum [Casa Argentina en Jerusalén]
Yoav Tenembaum [Historiador]

Hungría
Dr. Ferenc Orosz [Presidium member, The Raoul Wallenberg Association]

Suecia
Roger Älmeberg [Editor]
Maria Pia Boëthius [Historiador]
Lena Einhorn [Autora e Investigadora sobre el Holocausto]
Prof. Stig Ekman [Historiador]
Ingemar Karlsson [Editor e historiador]
Prof. Georg Klein – [Científico y autor]
Gerald Nagler [Presidente de the Swedish Helsinki Committee for Human Rights]
Anders Pers [Ex Jefe de Redacción de Vestmanlands Läns Tidning]
Arne Ruth [Ex Jefe de Redacción de Dagens Nyheter]
Tuve Skånberg – [Miembro del Parlamento]
Per Tistad [NIR]
Prof. Dennis Töllborg [University of Gothenburg]
Claire Wikholm – [Actriz]

Estados Unidos
The Angelo Roncalli International Committee
Charles Fenyvesi [Periodista]
Ari Kaplan [Experto independiente del Grupo de Trabajo Ruso -Sueco]
Dr. Amy Knight [Historiador]
Dr. William Korey [American Jewish Committee]
Prof. Mark Kramer [Universidad de Harvard, Proyecto de Historia de la Guerra Fría]
Prof. Marvin W. Makinen [Experto independiente del Grupo de Trabajo Ruso – Sueco]
Susan Ellen Mesinai Founder, ARK Project; (Experta independiente del Grupo de Trabajo Ruso – Sueco]
The Raoul Wallenberg Committee of the United States, Ltd.
Prof. Christopher Simpson [The American University]
Prof. Hugh J. Schwartzberg [Raoul Wallenberg Committee of Chicago]
Kate Wacz born Kadelburger, Budapest, Hungría, rescatada por Raoul Wallenberg
Marissa Roth, famila salvada por Raoul Wallenberg
Knud Dyby, Salvador Danés de judíos y otros
William T. y Abigail Bingham Endicott (yerno e hija del Diplomático Hiram Bingham IV)
GILBERTO BOSQUES TISTLER (Nieto del Embajador Mejicano Gilberto Bosques)
Rositta E. Kenigsberg, hija de una sobreviviente del Holocausto, Vicepresidente Ejecutica, Holocaust Documentation & Education Center, Inc.
David Rubinson, Productor Ejecutivo: SUGIHARA Conspiracy of Kindness
Lawrence Baron, Profesor del Modern Jewish History Nasatir, San Diego State University
Diputado Joel Judd, Colorado House District 5
Ferne Hassan, American Jewish Committee
Laurence Jarvik, Productor-Director, Who Shall Live and Who Shall Die?
Peter R. Rosenblatt (abogado y ex Embajador de U.S.)
Alan y Sheila Granwell
Aaron y Courtney Cohen
Alexis Granwell
Marilyn Gilbert, Abogado, Litigios del Derecho Civil
Steven T Geiger, de Palo Alto, CA, USA, Ingeniero Retirado, salvado por Carl Lutz en 1944
Dr. Wayne Grossman
Zoe Grossman
Klara Firestone – Fundadora y Presidente de Second Generation of Los Angeles (Children of Holocaust Survivors) y líder comunitario y actvista
Renee Firestone – Sobreviviente del Holocausto, Diseñadora de Modas, líder comunitario y activista
Rabbi Irving Greenberg
Liebe Geft, Director del Museum of Tolerance, Simon Wiesenthal Center, Los Angeles, California

Traducción: Graciela Forman