abril 21, 2016

Durante la Shoá centenares de instituciones católicas salvaron a judíos perseguidos por el nazismo

Lo revela la Fundación Raoul Wallenberg en su programa “Casas de Vida”

Las “Casas de Vida” son fácilmente reconocibles por medio de una placa conmemorativa especial colocada en el frente del edificio. Así, atrae a numerosos transeúntes, visitantes y turistas, dando a conocer las acciones de los salvadores de vidas durante el Holocausto.

Durante la Shoá muchos ciudadanos de países bajo la ocupación nazi ofrecieron refugio a las víctimas de discriminación, persecución y aniquilación. En la mayoría de los casos, eran niños dejados por sus padres antes de ser deportados a campos de concentración y exterminio.

En menos de 2 años desde el inicio del proyecto, más de 300 Casas de Vida han sido identificadas positivamente. Algunos de esos edificios ya se proclamaron oficialmente como tales, en particular en Italia, Francia y Grecia. Su número crece día a día.

La mayoría de las Casas de Vida son iglesias católicas, conventos, monasterios y colegios de internados, pero también conventos protestantes y casas particulares tienen un lugar de honor en la lista. En algunos casos, al igual que la pequeña isla griega de Ereikousa, toda la población funcionó como un colectivo salvador.

En 2016 futuras de Casas de la Vida serán proclamadas en los siguientes lugares:

Italia

10 de mayo: Convento de Santa Lucía, en Lastra a Signa, que durante la guerra ofreció refugio a judíos y no judíos.

9 de septiembre: Universidad Americana Católica de Roma. En los días de la Segunda Guerra Mundial el convento de Nuestra Señora de Sión sirvió de refugio a muchos judíos, gracias a la Madre María Agustina y María Inés. El cardenal Kurt Koch asistirá a la ceremonia.

En fecha a determinar serán proclamadas San Gioacchino, en Prati, donde se refugiaron unos 40 judíos en el ático, al buen cuidado del padre Antonio Dressino, asistido por otros religiosos y laicos.

También en fecha a determinar será declarada “Casa de Vida” toda la ciudad de Tagliacozoo, que salvó a una familia judía; el Istituto San Leone Magno de la Fratelli Maristi, donde encontraron refugio unos 20 niños y algunos adultos, protegidos por el Padre Alessandro Di Pietro; la Congregazione Pie Operaie di San Giuseppe, Florencia, donde se salvaron refugiados judíos al amparados por la hermana María Inés Tribbioli.

Próximamente nuevas Casas de Vida serán marcadas en Bélgica: Batiment AAA – Mistral en Lieja, otrora casa del Convento de Surs de la Misericordias, donde las niñas judías estaban protegidas por la hermana Veronique Overkamp; en Francia, el Convento de Clarisas en Niza, que dio refugio a muchos niños cuidados por la madre superiora Anne-Marie; y el Oratoire de Louvre, en París, un Convento Protestante que dio cobijo a muchos judíos durante el Holocausto; en Hungría, donde los Provincialis Jesuites de Budapest dieron refugio a alrededor de 150 judíos protegidos por el Padre Jacob Raile; en Polonia, la Iglesia de Todos los Santos, de Varsovia, cuyo párroco P. Monseñor Marceli Godlewskisheltered ayudó a muchos judíos y otros perseguidos a escapar.