julio 27, 2009

Carta a la Princesa Mette-Marit de Noruega

Nueva York, Julio 27, 2009

Su Alteza Real
Princesa Mette-Marit
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Su Alteza,

En nombre de la Fundación Internacional Raoul Wallenberg me dirijo a Su Alteza para expresar con absoluta franqueza y transparencia la preocupación de esta organización educativa por la iniciativa de su país de declarar a 2009 como el ”Año Hamsun”.

Consideramos que la magnitud de las celebraciones en honor de un persona a la que puede calificarse como criminal de guerra, claramente superan cualquier escala tolerable en la medida de que se trata de un tributo de Estado del cual Usted, Su Alteza, ha sido designada como ”Patrona”.

Del mismo modo en que creemos que ”celebrar” no es de ningún modo la palabra indicada para recordar a un personaje de las características de Hamsun, consideramos que explicarle al mundo que el recuerdo del escritor no excluirá informar sobre su pasado filo nazi y de traidor a la patria no alcanza para justificar una conmemoración del calibre de la que se ha montado, incluyendo estatua, museo, fanfarrias y otro tipo de demostraciones que, en todo caso, deberían quedar reservadas para personas de conducta impecable, estatura ética indiscutible e inequívoca posición contra cualquier tipo de régimen despótico, criminal y genocida.

Como usted bien sabe, finalizada la guerra Hamsun fue arrestado y debió pagar una severa multa por sus probadas conexiones con el partido fascista noruego liderado por Vidkun Quisling, condenado en 1945 por alta traición y ejecutado por un pelotón de fusilamiento.

Quisling fue una desgracia para la historia de Noruega, al punto de que su nombre se convirtió en sinónimo de ”traidor”. Entendemos que aún hoy llamar a alguien ”quisling” en Noruega es uno de los peores insultos que se pueden propinar. En 1940 el diario británico ”The Times” publicó en una editorial: ”Para los escritores, la palabra Quisling es un regalo de los dioses. Si hubiesen encargado inventar una nueva palabra que signifique traidor difícilmente alguien hubiese dado con una combinación de letras tan brillante.”

A la luz, pues, de estas festividades y boato conmemorativo dedicado a un hombre de la catadura moral de Knut Hamsun, nos preguntamos qué lugar queda reservado en la escala celebratoria para los miles de noruegos que ayudaron a perseguidos por el régimen nazi y el gobierno colaboracionista de la época; o, cuál es el tributo que se le reserva, por ejemplo, a la notable escritora Sigrid Undset (1882-1949), también Premio Nobel de Literatura, tenaz opositora al régimen nazi que debió escaparse durante la ocupación.

Rara paradoja, el azar deparó que uno de los hombres más compasivos de la historia, el escandinavo Raoul Wallenberg, salvador de decenas de miles de personas en la Hungría arrasada por el nazismo, naciera en la misma fecha, 4 de agosto, que vuestro celebrado escritor, acérrimo partidario de uno de los regímenes mas inhumanos y despiadados sobre los cuales la historia tenga registro.

Puesta contra estos argumentos la lógica de la decisión de honrar a Hamsun, sin mencionar el modo en que lo hace Noruega, se torna absolutamente incomprensible.

Muy respetuosamente,

Baruj Tenembaum
Fundador